Ejemplos para trabajar:
1. Cortar y copiar todos los textos y encontrar adjetivos: ponlos en negrita. ¿Hay otras maneras de describir?
HAY MUCHAS MANERAS: CON VERBOS, CON NOMBRES, CON ADVERBIOS, CON FRASES HECHAS, ETC.
2. Ver qué tipo de descripciones se dan: tipificar los textos.
3. ¿Qué descripción es más sencilla de leer? ¿Con qué descripción te parece que sería más fácil hacer una película? ¿Por qué? ¿Tienen relación los dos primeros apartados de esta pregunta? ¿Por qué?
DEPENDE DEL VOCABULARIO QUE UNO TENGA. EN PRINCIPIO, CUANTO MÁS CARGADA DE ADJETIVOS (MÁS COMPLETA) MEJOR ES Y MÁS SUELE COSTAR.
LA DESCRIPCIÓN DE JOSEPH CONRAD ES MÁS COMPLETA Y COMPLEJA QUE LA DE HARRY POTTER, Y POR ESO PARECE MÁS SENCILLO IMAGINAR A LOS PERSONAJES. SE PUEDE DECIR QUE EL BUEN USO DE LA LENGUA ESTIMULA MEJOR LA IMAGINACIÓN.
3. Escribir el inicio de Caperucita Roja presentando y describiendo del modo que quieras a los personajes: caperucita, su madre y el lobo. Comienza así: "En un bosque hermoso y recogido, se encontraba una madre..."
J.K. Rowling. Harry Potter: PROSOPOGRAFÍA
El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de los jardines para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.
Mary Higgins Clark, ¿Dónde te escondes?. PROSOPOGRAFÍA
El doctor Gregg Andrews se estaba duchando cuando sonó el teléfono, y decidió dejar que saltara el contestador. Tenía el día libre y había quedado con alguien que había conocido la noche anterior en un cóctel de presentación de la novela de un amigo. Gregg era cirujano cardíaco en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, como lo fue su padre hasta que se jubiló. Se secó con la toalla, fue hasta su dormitorio y pensó que aquella tarde de mayo había empezado a refrescar. Escogió del armario una camisa azul ligera, de manga larga y cuello abierto, unos pantalones color canela y una chaqueta azul marino.
"Leesey me dice que siempre tengo un aspecto muy estirado", recordó, pensando con una sonrisa en su hermana, doce años menor que él. "Siempre dice que debería escoger colores fríos y mezclarlos. También dice que debería ponerme lentillas y olvidarme del corte de pelo militar".
G.K. Chesterton. PROSOPOGRAFÍA
"El jefe de Merton, un detective muy apuesto, de pelo entregrís, llamado Gilder, estaba en la verde loma de la vía esperando al médico forense y hablando con Patrick Royce, cuyas anchas espaldas y erizados pelos le dominaban por completo. Y esto se notaba más porque Royce siempre andaba combado de una manera hercúlea, y discurría por entre sus pequeños deberes domésticos y secretariales con un aire de pesada humildad, como un búfalo que arrastra un carro."
Fedor Dostoievski, Crimen y castigo (fragmento). TOPOGRAFÍA.
"¿Donde he leído -pensó Raskólnikov prosiguiendo su camino-, dónde he leído lo que decía o pensaba un condenado a muerte una hora antes de que lo ejecutaran? Que si debiera vivir en algún sitio elevado, encima de una roca, en una superficie tan pequeña que sólo ofreciera espacio para colocar los pies, y en torno se abrieran el abismo, el océano, tinieblas eternas, eterna soledad y tormenta; si debiera permanecer en el espacio de una vara durante toda la vida, mil años, una eternidad, preferiría vivir así que morir. ¡Vivir, como quiera que fuese, pero vivir! "
Fedor Dostoievski, El jugador. ETOPEYA, QUIZÁS. POCA DESCRIPCIÓN.
"Dije esto en francés. El general me miró perplejo, sin saber si debía mostrarse ofendido o sólo maravillado de mi desplante.
-Bien se ve que alguien le ha dado a usted una lección -dijo el francesito con descuido y desdén.
-En París, Para empezar, cambié insultos con un polaco -respondí- y luego con un oficial francés que se puso de parte del polaco. Pero después algunos de los franceses se pusieron a su vez de parte mía, cuando les conté cómo quise escupir en el café de un monsignore.
-¿Escupir? -preguntó el general con fatua perplejidad y mirando en torno suyo. El francesito me escudriñó con mirada incrédula."
Joseph Conrad, El agente secreto. PROSOPOGRAFÍA. POCO DE CARÁCTER.
Otra puerta se abrió sin ruido y Mr. Verloc inmovilizó la mirada en esa dirección: al primer golpe de vista sólo distinguió unas ropas negras, luego la calva de una cabeza y unas patillas grises oscuras a cada lado de un par de manos arrugadas. La persona que había entrado sostenía un montón de papeles ante sus ojos; mientras examinaba esos papeles caminó hasta la mesa con pasos afectados.
El Consejero Privado Wurmt, Chancelier d'Ambassade, era de poca estatura; este meritorio oficial depositó los papeles sobre la mesa y mostró una cara de aspecto pastoso y melancólica fealdad, enmarcada por una mata de fino y largo pelo gris oscuro, dividida por el trazo espeso de tupidas cejas.
Se puso sobre la nariz roma y deforme unos quevedos de marco negro y pareció sorprenderse ante la presencia de Mr. Verloc. Bajo las enormes cejas, sus ojos débiles pestañeaban patéticos a través de los lentes. Wurmt no hizo ninguna seña de saludo, ni tampoco Mr. Verloc, quien, por cierto, conocía su lugar; pero un sutil cambio en la línea de sus hombros y espalda sugería una mínima inclinación dorsal, por debajo de la amplia superficie del saco. El efecto delataba una deferencia recatada.
-Tengo aquí algunos de sus informes -dijo el funcionario con voz inesperadamente suave y llena de tedio, apretando con fuerza los papeles con la punta del índice. A continuación hizo una pausa y Mr. Verloc, que había reconocido muy bien su propia letra, aguardó expectante, en silencio-. No estamos satisfechos con la actitud de la policía de aquí continuó el otro, con todas las apariencias de quien tiene fatiga mental.
Los hombros de Mr. Verloc, sin moverse en realidad, insinuaron un encogimiento y, por primera vez desde que abandonó su casa esa mañana, se abrieron sus labios:
-Todo país tiene su policía -dijo filosóficamente.
Franz Kafka, Un Artista del Trapecio (cuento breve). POCA DESCRIPCIÓN. QUIZÁS TOPOGRAFÍA. ETOPEYA: EXPLICA EL CARÁCTER.
Un artista del trapecio —como se sabe, este arte que se practica en lo alto de las cúpulas de los grandes circos es uno de los más difíciles entre todos los asequibles al hombre— había organizado su vida de tal manera —primero por afán profesional de perfección, después por costumbre que se había hecho tiránica— que, mientras trabajaba en la misma empresa, permanecía día y noche en el trapecio. Todas sus necesidades —por otra parte muy pequeñas— eran satisfechas por criados que se relevaban a intervalos y vigilaban debajo. Todo lo que arriba se necesitaba lo subían y bajaban en cestillos construidos para el caso.
De esta manera de vivir no se deducían para el trapecista dificultades con el resto del mundo. Sólo resultaba un poco molesto durante los demás números del programa, porque como no se podía ocultar que se había quedado allá arriba, aunque permanecía quieto, siempre alguna mirada del público se desviaba hacia él. Pero los directores se lo perdonaban, porque era un artista extraordinario, insustituible. Además era sabido que no vivía así por capricho y que sólo de aquella manera podía estar siempre entrenado y conservar la extrema perfección de su arte.
Además, allá arriba se estaba muy bien. Cuando, en los días cálidos del verano, se abrían las ventanas laterales que corrían alrededor de la cúpula y el sol y el aire irrumpían en el ámbito crepuscular del circo, era hasta bello. Su trato humano estaba muy limitado, naturalmente. Alguna vez trepaba por la cuerda de ascensión algún colega de turné, se sentaba a su lado en el trapecio, apoyado uno en la cuerda de la derecha, otro en la de la izquierda, y charlaban largamente. O bien los obreros que reparaban la techumbre cambiaban con él algunas palabras por una de las claraboyas o el electricista que comprobaba las conducciones de luz, en la galería más alta, le gritaba alguna palabra respetuosa, si bien poco comprensible.
1. Cortar y copiar todos los textos y encontrar adjetivos: ponlos en negrita. ¿Hay otras maneras de describir?
HAY MUCHAS MANERAS: CON VERBOS, CON NOMBRES, CON ADVERBIOS, CON FRASES HECHAS, ETC.
2. Ver qué tipo de descripciones se dan: tipificar los textos.
3. ¿Qué descripción es más sencilla de leer? ¿Con qué descripción te parece que sería más fácil hacer una película? ¿Por qué? ¿Tienen relación los dos primeros apartados de esta pregunta? ¿Por qué?
DEPENDE DEL VOCABULARIO QUE UNO TENGA. EN PRINCIPIO, CUANTO MÁS CARGADA DE ADJETIVOS (MÁS COMPLETA) MEJOR ES Y MÁS SUELE COSTAR.
LA DESCRIPCIÓN DE JOSEPH CONRAD ES MÁS COMPLETA Y COMPLEJA QUE LA DE HARRY POTTER, Y POR ESO PARECE MÁS SENCILLO IMAGINAR A LOS PERSONAJES. SE PUEDE DECIR QUE EL BUEN USO DE LA LENGUA ESTIMULA MEJOR LA IMAGINACIÓN.
3. Escribir el inicio de Caperucita Roja presentando y describiendo del modo que quieras a los personajes: caperucita, su madre y el lobo. Comienza así: "En un bosque hermoso y recogido, se encontraba una madre..."
J.K. Rowling. Harry Potter: PROSOPOGRAFÍA
El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de los jardines para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.
Mary Higgins Clark, ¿Dónde te escondes?. PROSOPOGRAFÍA
El doctor Gregg Andrews se estaba duchando cuando sonó el teléfono, y decidió dejar que saltara el contestador. Tenía el día libre y había quedado con alguien que había conocido la noche anterior en un cóctel de presentación de la novela de un amigo. Gregg era cirujano cardíaco en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, como lo fue su padre hasta que se jubiló. Se secó con la toalla, fue hasta su dormitorio y pensó que aquella tarde de mayo había empezado a refrescar. Escogió del armario una camisa azul ligera, de manga larga y cuello abierto, unos pantalones color canela y una chaqueta azul marino.
"Leesey me dice que siempre tengo un aspecto muy estirado", recordó, pensando con una sonrisa en su hermana, doce años menor que él. "Siempre dice que debería escoger colores fríos y mezclarlos. También dice que debería ponerme lentillas y olvidarme del corte de pelo militar".
G.K. Chesterton. PROSOPOGRAFÍA
"El jefe de Merton, un detective muy apuesto, de pelo entregrís, llamado Gilder, estaba en la verde loma de la vía esperando al médico forense y hablando con Patrick Royce, cuyas anchas espaldas y erizados pelos le dominaban por completo. Y esto se notaba más porque Royce siempre andaba combado de una manera hercúlea, y discurría por entre sus pequeños deberes domésticos y secretariales con un aire de pesada humildad, como un búfalo que arrastra un carro."
Fedor Dostoievski, Crimen y castigo (fragmento). TOPOGRAFÍA.
"¿Donde he leído -pensó Raskólnikov prosiguiendo su camino-, dónde he leído lo que decía o pensaba un condenado a muerte una hora antes de que lo ejecutaran? Que si debiera vivir en algún sitio elevado, encima de una roca, en una superficie tan pequeña que sólo ofreciera espacio para colocar los pies, y en torno se abrieran el abismo, el océano, tinieblas eternas, eterna soledad y tormenta; si debiera permanecer en el espacio de una vara durante toda la vida, mil años, una eternidad, preferiría vivir así que morir. ¡Vivir, como quiera que fuese, pero vivir! "
Fedor Dostoievski, El jugador. ETOPEYA, QUIZÁS. POCA DESCRIPCIÓN.
"Dije esto en francés. El general me miró perplejo, sin saber si debía mostrarse ofendido o sólo maravillado de mi desplante.
-Bien se ve que alguien le ha dado a usted una lección -dijo el francesito con descuido y desdén.
-En París, Para empezar, cambié insultos con un polaco -respondí- y luego con un oficial francés que se puso de parte del polaco. Pero después algunos de los franceses se pusieron a su vez de parte mía, cuando les conté cómo quise escupir en el café de un monsignore.
-¿Escupir? -preguntó el general con fatua perplejidad y mirando en torno suyo. El francesito me escudriñó con mirada incrédula."
Joseph Conrad, El agente secreto. PROSOPOGRAFÍA. POCO DE CARÁCTER.
Otra puerta se abrió sin ruido y Mr. Verloc inmovilizó la mirada en esa dirección: al primer golpe de vista sólo distinguió unas ropas negras, luego la calva de una cabeza y unas patillas grises oscuras a cada lado de un par de manos arrugadas. La persona que había entrado sostenía un montón de papeles ante sus ojos; mientras examinaba esos papeles caminó hasta la mesa con pasos afectados.
El Consejero Privado Wurmt, Chancelier d'Ambassade, era de poca estatura; este meritorio oficial depositó los papeles sobre la mesa y mostró una cara de aspecto pastoso y melancólica fealdad, enmarcada por una mata de fino y largo pelo gris oscuro, dividida por el trazo espeso de tupidas cejas.
Se puso sobre la nariz roma y deforme unos quevedos de marco negro y pareció sorprenderse ante la presencia de Mr. Verloc. Bajo las enormes cejas, sus ojos débiles pestañeaban patéticos a través de los lentes. Wurmt no hizo ninguna seña de saludo, ni tampoco Mr. Verloc, quien, por cierto, conocía su lugar; pero un sutil cambio en la línea de sus hombros y espalda sugería una mínima inclinación dorsal, por debajo de la amplia superficie del saco. El efecto delataba una deferencia recatada.
-Tengo aquí algunos de sus informes -dijo el funcionario con voz inesperadamente suave y llena de tedio, apretando con fuerza los papeles con la punta del índice. A continuación hizo una pausa y Mr. Verloc, que había reconocido muy bien su propia letra, aguardó expectante, en silencio-. No estamos satisfechos con la actitud de la policía de aquí continuó el otro, con todas las apariencias de quien tiene fatiga mental.
Los hombros de Mr. Verloc, sin moverse en realidad, insinuaron un encogimiento y, por primera vez desde que abandonó su casa esa mañana, se abrieron sus labios:
-Todo país tiene su policía -dijo filosóficamente.
Franz Kafka, Un Artista del Trapecio (cuento breve). POCA DESCRIPCIÓN. QUIZÁS TOPOGRAFÍA. ETOPEYA: EXPLICA EL CARÁCTER.
Un artista del trapecio —como se sabe, este arte que se practica en lo alto de las cúpulas de los grandes circos es uno de los más difíciles entre todos los asequibles al hombre— había organizado su vida de tal manera —primero por afán profesional de perfección, después por costumbre que se había hecho tiránica— que, mientras trabajaba en la misma empresa, permanecía día y noche en el trapecio. Todas sus necesidades —por otra parte muy pequeñas— eran satisfechas por criados que se relevaban a intervalos y vigilaban debajo. Todo lo que arriba se necesitaba lo subían y bajaban en cestillos construidos para el caso.
De esta manera de vivir no se deducían para el trapecista dificultades con el resto del mundo. Sólo resultaba un poco molesto durante los demás números del programa, porque como no se podía ocultar que se había quedado allá arriba, aunque permanecía quieto, siempre alguna mirada del público se desviaba hacia él. Pero los directores se lo perdonaban, porque era un artista extraordinario, insustituible. Además era sabido que no vivía así por capricho y que sólo de aquella manera podía estar siempre entrenado y conservar la extrema perfección de su arte.
Además, allá arriba se estaba muy bien. Cuando, en los días cálidos del verano, se abrían las ventanas laterales que corrían alrededor de la cúpula y el sol y el aire irrumpían en el ámbito crepuscular del circo, era hasta bello. Su trato humano estaba muy limitado, naturalmente. Alguna vez trepaba por la cuerda de ascensión algún colega de turné, se sentaba a su lado en el trapecio, apoyado uno en la cuerda de la derecha, otro en la de la izquierda, y charlaban largamente. O bien los obreros que reparaban la techumbre cambiaban con él algunas palabras por una de las claraboyas o el electricista que comprobaba las conducciones de luz, en la galería más alta, le gritaba alguna palabra respetuosa, si bien poco comprensible.
Comentarios
Publicar un comentario